En la punta de la ciudad

Qué lindos que son los edificios. ¿Que sacan la luz? ¿Que no dejan ver el cielo? No, no, no. Los edificios son piezas arquitectónicas únicas que dan personalidad a las ciudades. Y si son precavidos y no andan caminando con la cara hacia arriba, se están perdiendo de mucho.


Si no lo sabían, el Edificio Kavanagh, construído en 1936 en la Plaza San Martín del barrio de Retiro, fue por un tiempo el edificio de hormigón más alto del mundo. En realidad es feo, pero bueno, es famoso.

Pero el tiempo pasa y los edificios se van volviendo más altos. Y eso es lo que piensa este grupo de arquitectos que quiere construir en Buenos Aires, para 2016, el edificio más alto del mundo. Este, se ubicaría en una isla artificial en el Río de la Plata , tendría 200 pisos y costaría la modica suma de 3.330 millones. Todo sea para , según el director del proyecto Julio Torcello, "colocar a la Argentina en el centro de las inversiones internacionales a partir de un cambio de paradigma en el pensamiento". La noticia es vieja pero si quieren leer más hagan click aquí.

People are people

Ayer a las 9 de la mañana me tomé el subte. Congreso, subió gente, Juramento, subió más gente, José Hernandez, subió más, más gente. Cuando estaba llegando a Olleros, en esos segundos antes de que frene, lo vi a Juan quien luego entró al vagón donde estaba sentada.

Lo particular de esta pseudo anecdota no es que me haya tomado el subte a la mañana o demostrarles que me sé las estaciones de la línea D, sino cómo en toda esa marejada de gente me encontré a un amigo.

Según Wikipedia, el área metropolitana de Buenos Aires -AMBA-, está entre las veinte ciudades más pobladas del mundo. Buenos Aires es tan, pero tan grande, que nos pasamos el día rodeados de gente que no conocemos, extraños.

La ciudad nos vende la posibilidad de conocer miles de personas, pero en definitiva nos relacionamos con un puñado de gente.